N-III. Madrid a Valencia. Un viaje inolvidable. 3ª parte - frontera Cuenca Valencia. Puerto de Contreras

 Buenas noches a todos.




Nos habíamos quedado a la salida de uno de los más interesantes tramos de toda la ruta. 


Vamos ahora a visitar algo que, si bien entonces no lo sabíamos, bien podría haber sido un serio problema. 





Aquí se halla una antigua curva, el trazado primitivo de la carretera nacional. Posteriormente la nueva vía se excavó entre taludes para reducir pendientes y eliminar en lo posible la peligrosidad de sus rasantes. Ésto ha sucedido en innumerables puntos de nuestra geografía. 





Una bionda nos impide seguir avanzando, por el mero hecho de que éste pequeño tramo se hallaba cercenado de un hachazo por el talud de la carretera nueva, así que volvemos a ésta. 

Y ni siquiera el negro y amarillo de la bionda allí instalada nos avisaba de lo que podría habernos causado un auténtico problemón. 




Más allá, sucede algo similar, pero además con un panel de aviso. Nada nos hacía suponer que existiera algún motivo más que el muy simple de que la antigua carretera hubiese sido allí también víctima de un enorme zarpazo para encajar la variante entre sus taludes. 




Posteriormente nos enteraríamos del peligro que podríamos haber corrido de no estar colocada otra bionda antes de unos cuantos panales de AVISPAS, no abejas no, AVISPAS, que se hallaban unas pocas decenas de metros más adelante, si no directamente justo allí detrás... Y todos sabemos qué puede significar el picotazo de uno de éstos bichos malditos y cabrones en el medio de la nada como lo estábamos ahora, por no hablar de un ENJAMBRE DE AVISPAS, vamos, que de haberlo sabido sin la menor vacilación me hubiera llevado a éste viaje un lanzallamas industrial conmigo. A ventanas bien abiertas, al viajar con un automóvil histórico sin aire acondicionado ni nada. Poca broma con éstos casos, seas alérgico o no. 




Así que avanzamos impasibles por la carretera moderna, que en un amplio tramo goza de curvas más bien abiertas, con pocas rectificaciones de trazado, un buen arcén y todavía con una capa de firme en bastante buen estado: casi parecía lista para recibir tráfico de nuevo. ¿Saturado...? Sí, tan saturado y tan perturbador como lo estuvo casi seguramente a todas horas durante las últimas décadas en que no existía la autovía. A día de hoy, 23 de junio de 2022, al otro lado del país, en la N-VI entre El Castro y Pedrafita do Cebreiro, están volviendo a revivirlo tras el desplome de un viaducto y el enorme riesgo de que su gemelo y paralelo exacto pueda sufrir el mismo destino más pronto que tarde. 

Y una de las carreteras favoritas del autor del blog, que soy yo mismo, es precisamente esa... La N-VI. 






Y sin embargo, por aquí nada de nada. Algún turismo y algunos camiones pesados a partir de un enlace con la A-3. Ésto ya estaba previsto verlo desde antes de iniciar el viaje, y pronto vamos a ver por qué. 

También vamos a ver uno de los más escabrosos símbolos de cómo eran incluso las más importantes carreteras durante mediados del siglo pasado. 




Llegamos al punto álgido, a la mayor muestra de cómo los años no pasan sin más, y a una muestra de cómo avanza la ingeniería civil en unas cuantas décadas, o en éste caso concreto, unos 120 años, más o menos. Ese es el tiempo transcurrido entre ellas. 

Un curioso puente con el escudo de los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, se descubre en toda su grandeza junto a nosotros. Es evidente que no es parte, ni lo fue jamás de la antigua N-III, pero hecho a imagen y semejanza de un viaducto antiguo (uno de los cuales veremos en las fases finales), resulta bonito y evocador. 

Tras unas muy adecuadas barreras de viaducto moderno, bien fuertes y que protegen a los usuarios de la A-3 que pasa por debajo de que algún camión pesado se accidente, caiga puente abajo y se les esmorre justo delante. 




El guardarraíl también es de los más modernos existentes, con los postes en O que no sobresalen del perfil superior de la bionda, placas de absorción de impacto antes de llegar a dañar los postes, y una placa inferior que cede y recupera su forma para proteger a los moteros y demás usuarios que pudieran caerse e impactar allí con el cuerpo, sin más defensa que un casco y unas pocas cinchas acolchadas bien intencionadas. 




También llegamos a una importante Reserva Natural. No vamos a visitarla expresamente... Pero sí que podremos disfrutar del entorno. 





La excavación de la A-3, que supuso otro considerable zarpazo al entorno no sólo cambió en unos metros el trazado de la ruta nacional. También y como veremos dejó cortado de un hachazo al trazado más antiguo de los tres. Lo que no es gran molestia, porque tomando ésta cercana intersección volveremos a retomarla a los pocos metros. 







Aquí se puede ver por qué mencionaba a los camiones pesados. Los viaductos necesitan mantenimiento, y éste que se asienta sobre los terrenos de un embalse, pues como es evidente también lo necesita y aún más en su caso, ya que las tierras pueden llegar a moverse por el efecto de las aguas. 

Que fue exactamente lo que sucedió durante el verano de 2013.





Y básicamente, eso es lo que estaba pasando allí. El carril derecho sentido Valencia se cortó porque en una de las juntas de dilatación, justo bajo ese carril se descubrió una fisura de varias decenas de centímetros. Se impidió el paso a los vehículos de más de 22 toneladas (aproximadamente) de MMA que circulasen cargados, los que tenían que usar la N-III hacia Valencia de forma obligatoria mientras se reparaba el problema. 

Lo del midibús en el arcén no es que estuviera circulando mal ni nada: había padecido algún problema mecánico pero se puso de nuevo en marcha escasos minutos después. 




Y por aquí va uno de esos camiones articulados cargados. Nos encontramos con varios más, por supuesto aunque no les vanos a hacer demasiado caso teniendo semejante entorno natural ante nuestra testa. 




Pero no era el que veremos el paraje más propicio para tentar al diablo. El acceso está cortado, pero aún antes de por donde pasa el MAN rojo se situaba el trazado original a Castellón por Valencia, como se denominaba entonces. Desde Minglanilla se abría una recta que tras algunas curvas suaves, de forma abrupta desembocaba en un par de curvas ciegas en paella hoy desaparecidas por el cañón utilizado por la autovía A-3. 

Desde aquí el recorrido era mucho peor. Pocos metros más allá iniciaba un prolongado descenso a un profundo cañón narural que el río Cabriel había ido excavando a fuerza de erosión en un terreno de roca no muy sólida. Los paredones verticales eran los que sostenían las curvas en horquilla de la N-III sobre el borde exacto de las siguientes, con la mera y casi testimonial protección de los pretiles de roca y en una época, datada en 1851 como veremos en la que eran más que suficientes puesto que nada en este atrasado y subdesarrollado país hacía esperar unos vehículos más pesados que diligencias y más rápidos que carros, y eso cuando el vehículo en cuestión no era un caballo sobre el que iba sentado un jinete. 

El cambio fue dramático en los albores del siglo XX, y atendiendo a las características del trazado y la composición de la propia calzada se puede ver que el trayecto se presentaba a todas luces inhóspito y peligroso como pocos hayan existido en una ruta radial nacional como ésta. 

De momento, seguimos adelante al fin y nos incorporamos directamente al tramo más antiguo de la N-III, anterior Nacional Radial III y aún más anterior aún Carretera de Madrid a Castellón por Valencia. Es ahora cuando empieza la visita al más bonito y de largo el peor tramo de toda la ruta Madrid a Valencia. 







Ahora veamos lo que nos esperaba cuando descendemos... Aviso que el video es largo, pero que muy largo. Aún así os invito a verlo para que os podáis sumergir mejor en la idiosincrasia de semejante lugar.





Puede que en el vídeo ésto parezca bello y desde luego muy sugerente, pero el moderno asfalto y la señalización están ahí para ello. Cuando el "firme" era de grava compactada y hasta de tierra batida, el viaje se presentaba hostil, cansado y penoso con unos baches seguramente enormes, profundas y resbaladizas roderas que dejaban desvencijados camiones y autobuses de línea en las cuales podía meter toda la rueda un coche particular, de cuyas suspensiones en casi todos los casos aún de rudas ballestas no podía esperarse otra cosa más que el poder llegar a destino, tarde pero llegar porque ese tipo de suspensión será todo lo resistente que sea pero para la comodidad de los viajeros es algo más parecido a un potro de tortura. 

Mejor no hablamos de los escasos viajes en moto, que si bien podían tener amortiguadores de fricción, vérselas con un trazado tan impracticable como éste con tales condiciones como el barro, el viento, la lluvia y el frío yendo ataviados con gorras contra el sol, con ropa convencional y en ningún caso con un casco de protección, si ya viajar así por la mayor parte de los tramos de las nacionales de la época era ya una odisea, el mero hecho de pensar en meterse por aquí con una de esas motos se nos antoja una epopeya. No seré yo quien lo haga ni el que asegure que fuese la peor ni más brutal de la torturas imaginables, pero entiendo que hasta la aparición de los firmes sólidos como los riegos asfálticos o los adoquines, la sola idea de viajar por carretera era algo cercano a lo inadmisible de no ser que el viaje se tuviera que llevar a cabo por pura necesidad. 

Con lo cual vamos ahora a visitarlo en fotografías que al estar ocupado con la videocámara 📹 (una cosilla bastante minúscula Toshiba Camileo P10, básica sí, pero que rindió muy bien durante todo el tiempo que la tuve), lógicamente no hice muchas: la mayoría son del viaje de vuelta porque la verdad, con aquel impresionante paisaje allí, ni A-3 ni gaitas gallegas (porque gaitas valencianas, va a ser que no...). Era evidente que teníamos que regresar por el mismo lugar. No existía duda posible, ni siquiera se pensó ni por un solo microsegundo en la más remota posibilidad de discutirlo ni nada. Es más, apuesto la falange de un meñique que, si alguien viniese con nosotros y se hubiera atrevido a tratar de que pasáramos de largo, se habría quedado con su equipaje en Utiel para que se buscase la vida con los autocares hasta regresar a casita... 🤣🤣🤣 

Simplemente había que regresar por allí, y punto.

En éste lugar exacto, ya comenzamos a ver una carretera nacional de 1er orden durante los años 50 del siglo pasado. Y que nadie se lleve a engaño... Porque así o peores eran absolutamente todas. Y eso teniendo en cuenta que ya estaban bien afirmadas, que no mejor afirmadas. La escasez de aquellos años de pobreza y penuria económica se dejaba notar en cada uno de los aspectos de la vida, y las carreteras no eran en absoluto ajenas a ello fuese la que fuese su categoría. 






No soy muy dado a manejar dos cámaras al mismo tiempo. La que sale en la foto es, lógicamente, la Toshiba. Seguramente que con el actual Samsung Galaxy A51 podría hacerlo ya que tiene la función de tomar fotografías al mismo tiempo que filmas un video, lo que a veces es de agradecer. 

La Nikon Coolpix L20 se retiró del servicio con más de 25.000 imágenes tomadas, muchas utilizadas en antiguos reportajes que se han perdido por culpa de por qué no decirlo varios mierdosos y cochambrosos servidores externos, otras por fallos de informática, y teniendo en cuenta que yo de aquella era un lego en informática, por no tener discos duros externos... Con un Toshiba Canvio disponible la cosa hubiera sido muy diferente. 




Menos mal que los camiones decentes de los años 60 ya tenían asistencia en la dirección, pero aún quedaban bastantes millares más antiguos en servicio... No quiero ni pensar en las culebras que soltarían por la boca aquellos sufridos conductores si les tocaba (y les tocó) pasar conduciendo un camión más viejo por éste puerto. 

Y vuelvo a reiterar...: no, no sólo las carreteras eran de pena. Los camiones no gozaban de un mejor tratamiento, y los pocos que no eran obtenidos en subastas, o eran lo poquísimo nuevo que se vendía, bien estaba baqueteado por años y años de calellar por andurriales escacharrados durante las guerras, o bien era de épocas aún anteriores a éstas y se hallaba en un ignominioso y perturbador estado de ruina cochambrosa rodante total. 




Y ahora aquel edificio cerrado y vacío, tapiado a conciencia y es más, según me pude enterar unos meses más tarde quemado por dentro... De peculiar construcción, todo sea dicho. No llegamos a entrar... No era ése nuestro objetivo, y a saber qué nos podríamos haber encontrado en su interior... Espero que lo peor fuesen algunas arañas o algún felino puñetero buscando roedores como postre. 

Se trataba de un hotel que vivió sus años de pujanza con la carretera nacional N-III moderna, y cuya peculiar ubicación provocaba que tuviese varios pisos e instalaciones por debajo de la entrada principal. 

Y, cómo no, una vez abierta la A-3 al tráfico, pues nada, todo se fue al diablo.
 



Aquí se ve la presa secundaria. La presa del Collado. Con un defecto de construcción, aunque pueda parecer bien firme, cosa lógica porque el agua del embalse jamás, y digo JAMÁS debe llegar a tocarla. 

Durante el llenado del embalse, mientras que la presa principal no tuvo ningún problema en retener las aguas, por ésta que tratamos se detectaron filtraciones. Teniendo en cuenta ésto, debido al gran peligro que entrañaba una posible rotura (como décadas atrás ya había sucedido en Ribadelago, con el terrible saldo de víctimas que todos conocemos y la destrucción casi total del pueblo), se decidió que el agua JAMÁS debía llegar al nivel del muro de la Presa del Collado. Es por éste simple motivo que nunca vais a poder ver el Embalse de Contreras llegar ni siquiera al 45% de su capacidad total. 

Y no creo que nadie en su sano juicio vaya a demoler la presa secundaria para construirla de nuevo, aunque visto el escaso tráfico de la N-III actualmente, dudo mucho que hubiera problemas por ello. La ingeniería ha ido mejorando al igual que los materiales y los procesos, así que no veo mucho problema aunque más bien éste es de otra índole, ¿saldría esa obra realmente a cuenta? 





Llegamos así, a la frontera entre las provincias de Cuenca y de Valencia. Exactamente demarcada por el Río Cabriel en ésta zona. Un leve estrechamiento tan típico en los puentes de aquellas épocas aparece ante nosotros... Pero se cruzan bien dos turismos y también, cabe un camión por cada uno de los carriles. 

No me vais a negar que sería divertido ver a algunos camiones meterse por aquí, y hasta se me ocurre la idea de que una concentración o encuentro de clásicos camionero autobusero alguna vez utilice éste viejo puerto, y consiga unas cuantas imágenes TREMENDAS de semejantes moles pasando por allí, sobre el puente, con la presa de fondo... 

No me disgusta para nada la idea... Pero nada de nada. 



El recorrido de la N-III a (me niego a utilizar su denominación actual, y de hecho es que ni la conozco...) se ve desde allí... Y nos cambia los esquemas de manera brutal porque se trata de la MADRE de absolutamente todos los tramos de las carreteras nacionales españolas, no hay lugar igual por mucho que los haya y no pocos absolutamente espectaculares, que son varios y no seré yo quien los tire por tierra ni los deje embarrados... Pero no sé de ni uno solo que lo tenga todo así de concentrado en tan pequeño espacio.
 




Pensar en cómo llegaron a odiar los conductores éste tramo, tras docenas de kilómetros en una carretera más o menos buena en la llanura abierta para acabar de repente en éste pozo infame lleno de unas horquillas que para trazarlas con un camión mediano tenías que girar una dirección casi granítica y de unas rampas y un firme que se les presentaba en unas condiciones más que draconianas... Sólo el mero hecho de pensarlo le mete canguelo al miedo. 





Hidrología, unos paisajes hermosos y espectaculares, carreteras nacionales, montaña, una especie de lago (aunque artificial, sigue siendo un lago), un aroma a naturaleza bestial, misterio, abismos, historia, magia a raudales...





Las placas colocadas en el Puente y que forman parte de las rocas de su estructura. La segunda que veis la dañó un obrero cabreado con una maza, imagino que para no abrirle el cráneo a su capataz o a alguien, y aún así mejor que no lo hubiera hecho porque le cayó la del pulpo... 🦑 

Y así se quedó y seguirá la placa en tal estado, lo que no dificulta demasiado su lectura pero desde luego tampoco deja de resultar curioso. 

Era la época durante la cual los presos servían en la construcción de obras públicas, podían también presentarse voluntarios para ello y además, podían beneficiarse de una reducción de la condena o de la dureza de ésta. Así ganaban todos, tanto ellos como el Estado y qué diablos, no estaría mal una cierta vuelta al pasado en éste sentido... Que hay mucho viva la pipa y mucho cabrón viviendo a cuerpo de rey. Claro que no en todos los casos, lógicamente habría que estudiarlos bien antes: más de uno y de dos maleantes estaría muy bien que se pasaran la vida en una cochambrosa celda. 





Una imagen del antiguo paso del Cabriel, incluso anterior a 1851. Es de suponer que data de hace unos 100 años cuando ya estaba abandonado, me temo que ya inaccesible, y seguramente se hallaba en ruinas, o al menos sería poco recomendable pasar por él cuando ya se estaba construyendo la presa por la cual pasaría su nieta, la N-III, y que dejaría anegado éste viejo puente. 

¿No sería extremadamente bonito ver a la bisabuela, la abuela, la madre y la bisnieta allí juntas? ¿Cuatro pasos sobre el mismo río? 




¿Qué tal si al menos ubicamos éste tan primitivo puente en los mapas? Veámoslo de tal forma y sepamos de su situación, pero también sabiendo de antemano que, entre que durante los años de construcción del embalse ya se hallaba seguramente en ruinas, que los lodos depositados al fondo del pantano seguramente lo hayan tapado en su totalidad y de que no parece haber apenas noticias de notables estiajes en la zona, lo más probable es que jamás vuelva a aparecer. 

En lugar de liar aún más la madeja con planos estáticos, pasamos de manera directa a uno dinámico en el que vemos en los dos primeros mapas (los de las planimetrías y del mtn50) las tortuosas curvas al sur, el Puente del Pajazo ubicado al norte y, en el plano actual, cómo aparecen la N-III y la A-3 modernas entre medias junto al viaducto del AVE que discurre en paralelo al de la autovía. 





Así nos queda bien claro, y es una total lástima, que jamás volveremos a ver aquel pequeño puente, pero los planos que datan del pasado siglo no dan tampoco la idea de cómo debían de ser semejantes andurriales en unas fechas anteriores a 1850 cuando el puente que estaba a punto de finalizarse ya estaba a punto de tomar el relevo. 

Y si ya resulta perturbador el antiguo puerto que conocemos en ésta entrada, cómo debía ser llegar al puente y seguir hacia Valencia por aquel antiguo paso, sabiendo además que el primer Camino Real discurría por la carretera de Almansa, y que cuando la mayoría de trayectos incluso los que se podrían considerar reales o nacionales, eran auténticos caminos de tierra que con el agua formaba auténticas escorrentías y canaletas en las que cabía una rueda y se podía causar un vuelco del vehículo, de piedra dura y amenazadora para las patas de los caballos y para  las ruedas, que con la lluvia y la notoria falta de mantenimiento se transformaban en lodazales llenos de trampas, de roderas y de barrizales y cuyos pasos en muchos casos eran tan sumamente nefastos y se hallaban en un estado tan desastroso que bien podía llegar a tardarse un mes en llegar a destino. 

Así que veámoslo, porque realmente aparece en las planimetrías como el antiguo paso sobre el Cabriel. 


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Así, como en la anterior muestra, me permitiré evitar los mapas estáticos mostrando el recorrido original mediante una grabación de pantalla. Es un gif bastante largo, al objeto de no perder detalle (bueno, o el menor detalle posible), así que... Veámoslo. Dura 2:47, así que ojo a ésto. 




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Visto de tal forma, y evitándonos semejante plano el incurrir en detalles ciertamente nefastos, escabrosos y perturbadores de tan tedioso, agotador y poco menos que terrible viaje por un cerro endemoniado, volvamos a las rutas ahora existentes, ya que lo peor sin duda ha pasado... 

....mas no cantar victoria: en el futuro pienso seguir perturbando a cualquiera que se pasée relajadamente pensando que lo de viajar por carretera era poco más que un juego de niños. 


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Volviendo a la N-III, recuperemos el aliento. Ésta es la vista que se puede disfrutar desde el mirador de la Presa de Contreras. Lo dicho, puro gozo. Un paisaje bello y espectacular, la no menos espectacular (y en sus años, ciertamente terrible) N-III, desde la tranquilidad que otorga contemplarla en un lugar que ya apenas tiene tráfico alguno. Sirve a pocas poblaciones y por cierto, también al cercano restaurante, antigua Casa de Postas y que se halla en el tortuoso zigzag de la vertiente valenciana. 






Desde la vertiente conquense, ya subiendo las vistas son igualmente gozosas, y no digamos la sensación que provoca el saber que estás avanzando para quedarte casi en el mismo lugar... Lo que deja a las Emes de Belinchón en un leve susurro, apenas ya perceptible... Pero que no les quita mérito, al contrario. 

Realmente se ve y se nota la crudeza de un antiguo puerto de montaña. 





Una lejana vista del edificio desde el cual los responsables e ingenieros controlaban la evolución de las obras de la presa durante buena parte de la década de los 60, hasta que al fin fue terminada y la carretera N-III, que suponía un cambio abismal (nunca mejor dicho) se abrió al tráfico en 1969, dejando por fin aquel infame puerto inverso en el olvido. También la visión panorámica desde semejante cima ha de ser una auténtica pasada, no seremos tan necios de negarlo. 




De nuevo, ya arriba del todo en la vertiente de Cuenca... Y utilizando el zoom, aún lo ves a media distancia casi todo... Increíble es un vocablo que es incapaz de resumirlo todo.
 




Una señal que ha conocido tiempos mejores, y lo digo simplemente porque ya no está. La retiraron hace algunos años. Señalizaba a los conductores que allí comenzaba un descenso brusco, no muy prolongado pero sí acusado y duro de narices, con una capa de riego asfáltico que ya se hallaba maltratada, picada, pisoteada, medio escacharrada y que me imagino muy bacheada durante esa época de tráfico creciente, de unos viajes estivales eternos con unos 600 omnipresentes y que penaban por las subidas pidiendo a gritos llevar la tapa del motor en el techo, una época de frenos de tambor, de camiones sin frenos auxiliares y con una dirección tan resistida como el diamante, de unos humos de escape tan negros y tóxicos que dejaban al pernicioso tabaco que se fumaban los concuctores tras las colas de camiones en una mera cerilla... 

Sí sí, desde luego que conoció tiempos mejores, pero no esos... Del año 1970 en adelante, cuando el tráfico por éste terrible puerto se redujo y al poco tiempo desapareció para siempre. 






En resumen, vamos a verlo con otra perspectiva. Seguramente Google Maps lo conocéis de sobra. Yo me he permitido echar una mano a quien pudiera perderse, porque hay algunos caminos secundarios que tienen acceso a ésta primitiva carretera. 

Empezamos con el primer tramo. La sección que el talud para la A-3 dejó cortado, la intersección actual desde la moderna carretera nacional se ven bien al detalle aquí. 




Y así es el descenso por la vertiente conquense del Puerto de Contreras. Una tremenda sucesión de escabrosas curvas enlazadas en horquilla que nunca daba tregua. 

Se puede imaginar la sensación de llegar de las llanuras y colinas del resto de la ruta en la provincia conquense, y de repente vérselas con un peligroso y muy perturbador culebrear por las constantes horquillas enlazadas en éste malhadado pozo... 




...para luego y acto seguido, verse obligados a seguir tras una somanta de camiones pesados y más lentos que una tortuga beoda con tres patas, un ojo y media oreja, sin posibilidad alguna de adelantarlos mientras iban ascendiendo pesada y trabajosamente las cuestas y las horquillas valencianas y para colmo siendo humeados y atufados sin la menor compasión... 




Un trazado que era para colmo bien engañoso, si te crees que tras esa parte viene al fin lo fácil, te vas a tener que jod..., y seguir siendo avasallado por una letanía de humos negros de una fumarola de escapes que a éstas alturas debían ya de parecer una nube de flujos piroclásticos... Y luego nos parece raro que la atmósfera se haya visto afectada y el aire sólo sea de alta calidad en las zonas más alejadas de la civilización. Nos ha jodido, como el aire era gratis...




Pero nada es para siempre, y después llegaba ya la zona más elevada, unas pocas curvas más y te acercabas a Villargordo del Cabriel... No menos de una fila de conductores te ibas a encontrar por la zona tras coronar, descansando de semejante "viaje", y de paso a sus sufridos utilitarios de los cuales salían hasta 5 ó 6 personas, y tú viajando con tu sombrero al volante del Dart sin entender cómo diablos cabía ahí una familia entera de seis personas con el equipaje para un mes de vacaciones... Bendita Carrocerías Costa por haberse inventado el Seat 800 alargado y que aún así, ni con esas se bastaba para mejorar semejantes y tan comunes odiseas cotidianas en la España de los años 60. 




Y si como conductores de vehículos a motor léase automóviles éste trayecto resultaba una auténtica aventura, qué podríamos ya suponer de viajar por allí en bicicleta, con una desprotección absoluta frente a las condiciones meteorológicas, el riesgo de caídas, despeñamientos, atropellos... Pero es que ni así nadie, y reitero, NADIE, se puede hacer una idea de lo que sería ésto en el pasado. En mi aún perdurable candidez juvenil aún quiero pensar que nadie osaba circular pedaleando sin un motivo de peso por semejante calella. 

Y seguramente la mayoría desconozca una absoluta locura a ojos de casi cualquier persona actual con dos dedos de frente. Muchos lo podríais comparar con algo más digno de programas tan absurdos e hilarantes como Jackass. Un Gran Premio 🏆 nacional de ciclismo entre Madrid y Valencia. 

Lo más directamente comparable en cuanto a duración en las carreras de resistencia, podríamos poner como ejemplo las 12 Horas de Sebring, pero ni de lejos. Cualquier supercoche o cualquier ultra/hiperdeportivo extremo actual, por bestial que sea, te da una comodidad absoluta y un aislamiento perfecto durante cualquier trayecto. Porque ese Gran Premio no se celebró en tiempos recientes. Qué va... Tenemos que viajar 80 años atrás en el tiempo para encontrar referencias sobre él. Y cuando digo Gran Premio, es que efectivamente se celebraba en una sola etapa, en los 360 kilómetros de Madrid a Valencia, hoy recortados a 350 desde que el trazado mejoró de manera más que notable. 

Leed, leed el artículo completo, que no tiene desperdicio... 


Vamos, que todos los tramos que estamos viendo reemplazados, varios de ellos abandonados en la práctica otros destrozados, otros embarrados, muy pocos años después de la guerra civil (acontecimiento que, por muy histórico que sea, no deja de ser una guerra y me niego pues, a mencionarlo con letras mayúsculas), con las muy limitadas actuaciones del plan de carreteras de Peña Boeuf del año 39, se podía decir sin temor alguno salvo a quedarnos cortos que se trataba de un trayecto que se les presentaba a los participantes en unas draconianas condiciones, y eso con todo a favor cosa que como es de esperar, no sucedió en ninguna de sus ediciones. Así que estaríamos hablando y sin duda alguna al respecto, de unos esforzados pioneros sobre ruedas. Lo más probable es que jamás vuelva a repetirse algo así, pero todo puede llegar a suceder en éste mundo medio vuelto del revés... Yo personalmente no apuesto ni una uña a que no vuelva a existir una prueba así e, incluso teniente en cuenta las condiciones actuales de las rutas nacionales, aún más larga que ésta y que la acaben llevando por la ruta de Madrid a La Jonquera, por ejemplo... Miedo me da sólo de imaginarlo. 

Pero bueno, volvamos allá atrás... Por la nacional moderna, tranquilos... Que el tráfico es intenso, cierto, pero no se puede comparar la situación en absoluto. Es una buena carretera moderna, bien trazada para el entorno en que se halla. 






Y llegamos a la presa de nuevo. Pero por arriba. Nada voy a decir que no se sepa ya... Un paisaje embaucador, precioso, tranquilo, bello... 

Apenas se oye siquiera el fragor de los motores de los vehículos pesados que viajan despreocupadamente por el curioso viaducto con tablero en celosía de la A-3, con unas protecciones dignas de tal nombre, una seguridad adecuada y unos buenos carriles. Nadie en la actualidad echa la N-III de menos, y muchos no miran ni siquiera la variante del antiguo y terrorífico puerto. 

Que ahora lo vemos todo muy bonito, de hecho es precioso con avaricia pero en la época de las Cuestas de Contreras, de bonito y de embaucador ya os aseguro yo que no tenía ni un pimiento. 







Ya tratado el tema de los guardarraíles en unas publicaciones anteriores... Y bueno, la verdad, mejor que hayan quitado ya de ahí esa odiosa guillotina, o que hayan llevado una nueva sección a que parta del suelo, en vez de seguir teniendo ahí ese hacha tan repelente. 

Es que es, literalmente, para moler a palos al iluminado que se inventó semejante basura de diseño, y prohibirlas absolutamente todas de modo retroactivo, para al menos poder reemplazar esos postes o protegerlos, que lo piden a gritos, y quitar para siempre de vista esos inicios capaces de atravesar el motor entero de casi cualquier turismo.
 



Por demás, y respecto a la propia carretera más reciente y ancha, nada que recriminar, al contrario. Tiene dos túneles más que necesarios, algún límite a 60 ya que en alguno de sus accesos hay curvas de radio medio un tanto repentinas pero con buen peralte, ya te puedes fiar de las protecciones de barrera salvo de esa tragedia en fase de solfatara de la que acabo de hablar; bueno, en general la carretera más nueva es sinuosa sí, adaptada al terreno casi a la fuerza, pero no está nada mal. 










El otrora bullicioso y activo hotel, languidece ya en estado de ruina, si no ya muy próximo a ello.. 

Y yo os invito a conocerlo un poco mejor durante la época en la cual aún no estaba vandalizado ni abrasado por dentro. Visitamos la página de un buen amigo mío, y ésto no es por hacer spam ni nada similar, porque hasta ahí podríamos llegar. 








Volveremos muy pronto..

Enlace a la 4a parte

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