Parque de la Naturaleza de Cabárceno. 14 de agosto de 2022

Buenas tardes a todos.

El pasado año recibí un regalo de cumpleaños muy especial. 

Como autor del blog no podía dejar pasar la gran ocasión de hablar de ésto, ya que como bien sabéis aquí no se trata de recorrer sólo las carreteras y rutas antiguas. De hecho, el viaje se hizo por la A-8 la mayor parte de tiempo. Tanto a la ida como a la vuelta. 

Vamos pues a hacer una visita a éste antiguo sitio minero y que hace ya años supo reconvertirse y conseguir una vida mucho más prolongada, viendo cómo su terreno ha evolucionado a mucho mejor, del gris y negro de las explotaciones mineras al más puro y alegre verdor que actualmente emana. 

Las imágenes no están en el orden cronológico de la propia visita (a veces la informática móvil hace la mezcla rara por sí sola...) mas da igual, debido a lo variado de aquel buen día. 

Si ya en otras ocasiones he aconsejado que hagáis clic en las imágenes para verlas mejor, en éste caso vuelvo a hacerlo. 

Una llama nos da la bienvenida pero no me olvidé de su naturaleza defensiva escupidora, a lo que no me aproximé demasiado 😂 





Cerca de allí estaba un edificio donde los monos de diferentes especies tenían sus espacios. Bastante majetes aunque éste mantenía su indiferencia y nos daba la espalda a todos. 




No parecen ser muy grandes... Las narices. Éstos inmensos rinocerontes estaban a unos 80 metros, quietos descansando al sol (atravesábamos una tan brutal sequía que mantenía inactivos a muchos de los animales) y aún así parecían gigantescos. Y lo eran realmente. 

Tampoco es que a éstos paquebotes les afectase en demasía la solanera, al proceder de un lugar del mundo donde los estiajes son habituales. 

Me habría gustado verlos muy de cerca. 





Vamos ahora con la mejor visión de todas. Parece una vista de helicóptero 🚁, pero nada de eso. 




La visita ofrece unas impresionantes vistas de toda la zona, para lo que se utilizan unos teleféricos de cabina que viajan a una altura que te permite ver los recintos de diferentes especies como los osos, pasar sobre curiosas formaciones que parecen casi una explotación aurífera romana (como las que hay en Las Médulas, ya sabéis que "si es de piedra tiene que ser romano" 🤣) y en definitiva merece mucho la pena. 






La primera vez que utilizábamos éste peculiar método de transporte y nos gustó mucho. Cabinas pequeñas pero más que suficientes para que viaje una familia. Suave y lo mejor de todo, silencioso. 

Tras haber viajado en telesilla (que ésta es otra, por poco no quedo esparramao en una roca) y en éste teleférico, me quedan el funicular y el helicóptero para probar. ¿Quién se anima a ir a Bulnes? Yo me pido prime. 




En las siguientes imágenes se puede ver muy bien la sequía que azotaba a Cantabria y a la mayoría de España hace un año. 





Eso no quita nada de encanto a las vistas. Más bien lo añadía gracias al vientecillo que circulaba por los maineles abiertos de la cabina. Una gozada. 





Me imagino a los del personal de mantenimiento del sistema subiendo allí con cuerdas de seguridad. La altura de los postes es considerable. 





Como siempre, BerliBerli tiene que estar chupando cámara 😂 y que siga así por muchos años. 




Llamó la atención, un autobús de hidrógeno que se hallaba en pruebas. Su combustible es además de la batería ese, abundante en el medio. En lo negativo, las baterías bueno, es que ya sabemos todos los problemas que están dando con la cuestionable durabilidad (y aún lo será mucho mayor el supuesto "reciclaje"), pero sobre todo y como conductor me parece la absurda carencia de espejos. Todo va por cámaras: yo NO quiero cámaras ni pantallitas al volante. Por lo demás convincente y sobre todo por el propio entorno. 

Compartía la ruta con un Citaro más habitual. Y de éstos ponme toda una flota de GNC, por favor. 




En la visita a los osos, dos puntos. Nos encantó su talla y lo majestuosos que son éstos animales, no les hace falta ser grizzly para impresionar vistos tan de cerca. 





En lo negativo, la odiosa sequía. Los oseznos nada hacían más que tumbarse. La madre estaba allí jadeando y tuvimos que llamar para dar el aviso. Nada agradable verla sufrir el maltrato causado por el estiaje. 





Por lo demás la visita era espléndida. Diferentes especies de toda clase, aunque yo me perdí algunas como éstos linces. Sigo sin haber visto ni uno a día de hoy... Lástima, porque me parecen preciosos. 

Y la jirafa 🦒, pues casi lo mismo. La pude ver pero al estar en una ruta con tránsito no me pareció muy adecuado sacar el móvil y tomar foto. Y es que aún iba con la mentalidad de carretera activada. 





Bien es cierto que otras criaturas como éstas lo compensaron todo, y de sobra. 




Un emú y un ualabí. En las horas centrales del día se mantenían relajados. Éste par no acusaba apenas nada la solanera; durante un verano tan agresivo, el hecho de ser australiano tiene sus ventajas. 





Y cuando estábamos visitando a éstos camellos, se oyó algo que resultaba ser la llegada de la comida. Entonces se fueron hacia allá y se olvidaron de todo (y de todos) lo demás. La edificación abandonada parece ser de la antigua explotación minera. 






Se abrieron túneles para el paso de los vehículos, y esos túneles se mantienen en la actualidad para que los visitantes los recorramos. Son parte del lugar, de su historia y de su entorno. 








Directamente yo desconocía que los hipopótamos pigmeos existían. Éste, además de su apariencia tranquila y su exotismo al menos no resulta ser un gigante y territorial animal que si te atrapa, te apisona de un mordisco. 

Su pariente grandecito es con razón el animal más peligroso de toda África. 




Los guepardos no tienen un área muy extensa, y es que aquí no han de correr a 112 Km/h para cazar una presa. Esa naturaleza de sprint no les resulta útil en un área donde gozan de comida y cuidados. 

Resultaría un auténtico espectáculo, pero eso sólo lo ves en África donde se ven obligados a lanzarse a toda velocidad en pos de una presa. 





Grandes e imponentes los elefantes africanos. No acusaban tampoco el maltrato de la sequía, y es que resulta una ventaja para ellos la adaptación a su entorno natural. Éstos no se veían obligados para nada a mantenerse tumbados y a la sombra. 









Ya había visto hacía tiempo un elefante asiático, de tamaño menor y con unas orejas mucho más pequeñas ya que él no las necesita para la termorregulación. Pero éstos son mucho más imponentes. 

Los lobos son otra historia. Y ésto pasa por tener un móvil de gama media: el zoom no es una de sus ventajas. Así que no los pude ver al detalle. 




Los antílopes estaban activos todos ellos. A uno de éstos le dimos desde el muro unos puñados de vegetación que aceptaba y no tenía problema para ello. Aquí están protegidos y seguros. 






Una de las líneas del teleférico sobrevolando en absoluta calma la escena. 




He os visto guepardos, pero no son los mayores felinos. De tamaño intermedio y de complexión liviana para poder lanzarse a tales velocidades, no tienen absolutamente nada que ver con quienes mandan en el cotarro. Los leones tienen el trono en África, y aunque la vida familiar y comunal de las hienas no les envidian en nada (más bien resulta lo contrario), no son rivales para ellos. 




Y muy a su pesar, existe otro animal que si se lo encuentra y le da por pelear con él lo descoyunta. Es lógico que hablamos del imponente y más hermoso tigre. Mi animal carnívoro actual predilecto. 

Los leones tendrán la ventaja de ir en manada. No es el caso de éste cazador en solitario y cuyas rayas le ayudan a emboscarse. Come de todo, hasta se le puede ver cazando cocodrilos. 





Me encantó poder ver las cebras 🦓. Me parece un animal especialmente bonito y elegante. En su recinto se veían saludables y reitero la ventaja de proceder de la sabana africana: el estiaje no les importunaba al ser su medio natural. El solazo no importaba aquí y menos aún al tener el forraje garantizado. 

Un rayado que en éste caso le ayuda a camuflarse entre la vegetación de su entorno. 

A mi predilecto de los carnívoros le sucede así el que tengo entre los herbívoros. 





Cuando los cuernos no son defensivos y adoptan formas diferentes que no se dirigen hacia adelante no tienes que embestir a tus enemigos. No eres ni un toro ni un rinoceronte. Utilizas las astas para la comunicación intraespecífica e impresionar a tus congéneres. 

También consigues impresionar a las visitas pero además por lo grande y bonito que eres. 





Por su parte, el espectáculo de cetrería resultó ser mucho más impresionante de lo ya esperado. Los vídeos vendrán todos al final pero son poco más que testimoniales, al objeto de que los queráis ver en riguroso directo que es lo que realmente mola. 





Aves rapaces. Impresiona que animales como ellos que con nosotros no comparten ni hábitat ni modo de locomoción te pasen medio metro por encima de la testa planeando en absoluto silencio. 

Algunos de ellos se lanzan en picado a 350 Km/h y no los ves casi ni llegar. Y zasca, presa abatida de un golpe, comida garantizada. 

Aquí es sólo un señuelo y obtienen la comida acto seguido de sus cuidadores. Qué pasada, un pájaro carnívoro enorme de doce kilos con garras como guadañas en tu propio brazo. 

Imagino que ya no hace falta comentar de dónde provienen semejantes animales y del grupo al cual a día de hoy siguen perteneciendo, ya que no se han extinguido. Siguen entre nosotros con el aire como hábitat. 




No obstante, dejo un enlace por si la reticencia esa de marras sigue causando dudas. 


Lo del reptilario es sencillamente espectacular. 





No es actitud belicosa, tan solo defensiva. Eres un bicho mucho más grande, recuérdalo.




Las vitrinas de éste edificio parco en iluminación ya que el ambiente de la mayoría es una oquedad del terreno, una madriguera o cueva está hecho así a propósito. 





Lo realmente peligroso no es una serpiente, es que ni una anaconda grande nos es realmente amenaza y el problema son éstos grandes cazadores de río y no, no son los peores. 

La disposición del cráneo alargada y en la mayoría de las especies con dientes cónicos nos habla de animales piscívoros especializados para la caza en el agua. Pero no todos son iguales. El cráneo del cocodrilo del Nilo no es lo malo, lo es su enorme tamaño. 

Y aún más peligroso resulta el poseedor del primer cráneo, con una mandíbula más ancha y profunda que pega unos mordiscos aún más fuertes. 






Todos ellos son unos principiantes comparados con el cocodrilo australiano de agua salada. 


...pero incluso éste resulta una lagartija cuando se compara con el cocodrilo terrible, que por suerte ya no existe más. 






Ésto no quita que los ofidios sean hermosos y muy espectaculares. El que vais a ver acababa de comer. No es que esté gordo, ésto en la naturaleza no pasa. No vais a ver rinocerontes gordos, son de naturaleza robusta. Una serpiente es ancha cuando aún no ha digerido a su víctima ya que casi se la acaba de zampar de una pieza. 

Y seguramente en el medio natural pues se la haya zampado viva. Así de duro y de simple. 





Su camuflaje está muy bien logrado. En ocasiones resulta muy difícil distinguir al animal de donde se halla escondido y quietecito. Nunca les interesa ser descubiertos. 

Se basan en el silencio y en no ser vistos. No sólo para la caza, también para seguir viviendo. 






Cuando mudan su piel, se quedan albinos por un tiempo y entonces sale a la luz su belleza en toda su longitud. 




Sin patas. Éstos lepidosaurios, contrariamente a los varánidos como pueda ser el de Komodo hace ya millones de años que las perdieron. Resultan tan sumamente diferentes a nosotros que mucha gente los sigue sin entender a día de hoy, y lo que es peor sin aceptar en absoluto. 




Sí, muchas son venenosas, pero la mayoría poco peligro nos ofrece. Gran número de especies basan su estrategia de caza en morder la presa y luego enrollarse sobre ella y asfixiarla viva. 

Otras especies sorprenden porque se atreven con presas mayores, pero vemos cómo desencajan su mandibula inferior, la tragan y después vuelven a colocarla en su sitio. Se trata de un método curioso de alimentación que no tiene parangón a fecha actual. 




No sólo ven con los ojos, de hecho la mejor forma de visión que tienen no es esa. Los ojos no tienen gran protagonismo en su método de detección de presas y de predadores. 


Una de mis imágenes favoritas de siempre es la que sigue. No es de extrañar. 




Es comprensible que haya gente que les tenga no ya respeto sino miedo, pero también que muchos no duden en protegerlos. 

Algo bastante más aceptable es éste bonito reptil amfibio y que además no se mostró para nada beligerante a pesar de estar a centímetros. 





Mas me veo en la necesidad de reiterar no sólo la belleza de éstos animales sino lo vitales que son en el medio ambiente, ya que sin ellas depredando una gama de presas habría plagas de otros bichos que sí son realmente molestos y provocan ciertas trabas para la sanidad y la salud. 







Aquí en pleno lanzamiento. Pliega su cuerpo como un muelle y lo extiende de golpe. El mordisco no va a matar a la presa, lo hará el veneno que es capaz de acabar con un bovino de gran tamaño. 

Éste es el mayor peligro ya que no sólo utilizan la mordedura venenosa para atacar. Se defienden así y menos mal que son muy pocas las especies con tal característica y que ha causado no pocos decesos. 




Te inyecta el veneno y se retira. Esperando. 

Y no te enterarás cuando te devore. Porque ya no estarás vivo. 




Las grandes tortugas también tienen una historia de éxito. Ellas también son grandes supervivientes y no dudo de que nos sobrevivirán a nosotros. 



Ahora bien, la gracilidad y encanto de las focas no tiene igual tampoco. Qué bueno es verlas nadando y disfrutando, pescando los peces que les daban los cuidadores. Su complexión esbelta las hace unas acróbatas natas. 



No podía terminar ésta gozada sin dar un poco a conocer el espectáculo de cetrería. No profundizo en ello, sólo muestro algunos vídeos cortitos. Como siempre, lo mejor es ir allí a disfrutar del parque, vivirlo y regresar con una grata sensación de haber pasado un día que ha sido realmente bueno, de que has disfrutado con una variedad de animales que no te encontrarás en el medio natural. 

Elige a poder ser un verano que no sea como el de 2022 para así poder verlos más activos, sanos y saludables a todos ellos. 








Lo que supuso a su vez el viaje de cumpleaños más gozoso que recuerdo. Un día para disfrutar, sentir y descubrir formas de vida muy diferentes y ver por primera vez a las jirafas, el ualabi, unos grandes elefantes africanos, rinocerontes y demás. 

Desde éste humilde rincón recomiendo la visita con la familia o el grupo. No os defraudará en absoluto. 

Volveremos muy pronto. 

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