Carreteras, Ríos y Embalses. 8ª parte. Ría de Avilés y su entorno (II): El Abuelo Cebolleta Cósmica

 Buenas tardes. 

Tras haber hecho la pertinente primera visita a éste bello paraje, regresamos con más tiempo durante una relajada tarde para continuar conociéndolo. 

La carretera en sí, que son realmente dos y una de ellas parte a la derecha para que sigamos por la que finaliza en el faro de al fondo, tampoco está exenta de interés como bien veremos. 

En éste vídeo propio se puede apreciar casi toda la ruta a seguir hasta el final, quitando algún detalle ya que se realizan con algo de "zoom" al no resultar especialmente interesante el salpicadero del coche y concentrarse en el propio trayecto. 




Una vez recorrida la ruta e iniciado el regreso éste se hace a pedazos, porque hay que hacer una buena cantidad de fotografías para tener una adecuada visión de lo que nos vamos a encontrar. 

El aparcamiento 🅿 de por allí ya nos brinda la más favorable perspectiva. Estamos en pleamar, con las aguas tranquilas y unas olitas bien suaves que se estrellan contra las rocas y con alguna ocasional embarcación pasando. 


La Isla de la Deva se ve de al fondo. No está cerca, ya hay que atravesar Avilés y medio concejo de Castrillón para conseguir llegar a ella, de hecho se sitúa en las proximidades de aeropuerto y ya muy cerca del concejo de Soto del Barco. 




Sentado aún en el coche, pero siendo un área de pesca y además con un merendero. Hay sitio más que sobrado para pasar un rato agradable aquí. 




Lo primero que vemos y como buenos amantes de la carretera, es que algo se ha actualizado quizá donde menos falta hacía pero que nunca está de más, y se trata del guardarraíl que delimita el 🅿. 




Ha obtenido unos postes mucho menos lesivos y eso a pesar de que no es lo más delicado que veremos. Así esas guillotinas se han ido ya al carajo. No las echaremos jamás de menos. 





Hay un malecón, pero éste sí que se podría haber beneficiado también de algo más. Luego si eso volveremos con ésto... 




En el lado oeste dela ría se aprecia muy bien la cercana Salinas. También el acantilado de Pinos Altos se hace dueño y señor del entorno. Que no os engañe la imagen, es casi el triple de alto que los más elevados edificios que aparecen allí. 

Es desde ese acantilado que se puede ver cómo el Faro de Peñas ilumina y advierte a los buques en las noches despejadas. 




La mejor muestra de lo ridículo que queda ahora ese pretil, que parece oficiar de simple bordillo. 




A cada lado una visión deferente. Al sur aparecen las instalaciones industriales portuarias, pero al norte poco más allá sólo hay el Mar Cantábrico. Y también un barco mercante en aproximación a la bocana aparece en la distancia. 





La de ayer fue una tarde tranquila y apacible en la zona, una rica merienda y al lado del mar. Merece la pena venir a relajarse por aquí. 






En efecto, no es sólo que el pretil queda muy bajo. Aún así parece haber sufrido no pocos porrazos en lo que lleva de dilatada existencia. No sirve casi para nada en la actualidad. 





Aquí hacemos un breve alto porque aparece justo delante la pequeña playa de San Juan de Nieva. No está permitido el baño de ninguna manera, y todo ésto por las décadas y más décadas de apestosa y fuerte contaminación ambiental provocada por la industria de la zona hoy prácticamente reducida a una trigésima parte. También y en cierto modo por ser un espacio natural protegido. 




La zona es preciosa, pero resulta discordante en sobremanera semejante muro sobre el que se halla una de las viviendas que más buenas vistas tiene de todo el entorno. 

Tras la última y a la izquierda se halla el acceso al último establecimiento hostelero, acceso que como ya se vio es preferible hacerlo desde Avilés, ya que de otra forma es súper cerrado. 





Te sientas en lo primero que te topas, miras pallá y ves que te has sentado en el pretil. Absurdamente bajo y muy insuficiente, no estaría de más que una bionda o similar se añadiera para no caer al campo con el paragolpes hecho un cuadro abstracto. 




No lejos y volviendo sobre nuestros giros de rueda, nos detenemos en Zeluan y vemos que el parque y su área están muy bien mantenidos. Resulta éste un pueblecito tan acogedor como minúsculo. 





Pretiles bordilleros... 





Resultaba muy simpático el reciclaje de un par de neumáticos viejos de ésta forma. 




Al otro lado de Zeluan, existe éste punto de gran interés. Aquí aparcamos y nos bajamos para que el entorno protegido nos acoja, y no sólo por la playa en la que de nuevo se prohíbe totalmente el baño. 





Que invita a ello es innegable, pero NO te bañes al lado de una zona industrial. Y menos cuando es también zona de pesca. 





Ahí está otro establecimiento hostelero. También hay el inicio de una senda que nos llevará por la ensenada para poder conocerla algo mejor. 




Pudiendo dar así la información no me voy ni a complicar buscándola, ya que está actualizada del todo y nos ofrece una buena idea del entorno por el que nos vamos a mover. Es, en efecto una zona muy próspera de anidamiento y observación de aves. 

Y no hace falta que repita a qué orden de animales pertenecen las aves ya que lo mencioné alguna vez en otras entradas. Son efectivamente parte del muy antiguo grupo Maniraptora. 

Ahí lo dejo, quien quiera saber más puede buscar por sí mismo sobre el tema en una web de fiar e incluso se menciona en la Wikipedia. 





Conque nos adentramos algo más por allí. 




Prohibido perros sueltos. Avisaré a la autoridad ala próxima que me tope a un paleto que no lo lleve atado ya que aquí se protege a los animales de los indeseables como esos. Si te gusta llevarlo suelto lo haces en la finca privada... Oh, wait... 😎 Te jodes como Herodes. Para eso se inventaron los parques urbanos. 😎 

Y pagarás la cuantiosa sanción económica que por supuesto te va a llegar. A llorar a la Llorería. 😎 




La información sobre la fauna sedentaria interesa y aún es más notable la estacional, como la cría de anátidos. A éste respecto  (aquí empieza la anécdota del abuelo cebolleta cósmica) mencionar que hace una década yo mismo me encontré un bebé patito que se había perdido, y sin saber muy bien cómo proceder al decirme un paisano que lo dejase ir ya que si eso se lo zamparía un gato 🤦🤦🤦🤦pues pasé de él como si no existiese, y al bebé patito me lo acabé llevando para cuidarlo. 

Acabó el muy puñetero en una finca de un vecino del pueblo que crió una bandada como mascotas. Era realmente agradable, y por qué no reconocerlo cómico cuando se hizo adulto y acabó también él con varios polluelos que le seguían a él y la madre por todas partes. Lo que más molaba era acercarse al grupo y que al ser domésticos podías juguetear con ellos y acariciarlos ya que lo aceptaban de muy buena gana. 

De pequeños es que son súper adorables, más que los pollitos, de mayores dan ganas de perseguirlos tocando el trombón con el bamboleo de lado a lado que me llevan los muy cetáceos, parece aquello una convención de otakos en la cola del Burger King, luego están toda la tarde chapoteando en cualquier superficie de agua de una profundidad mayor a unos cinco centímetros, se pasan el 50% del día descansando, el 50% jiñando, el 50% comiendo y el 50% nadando ya que ninguna de éstas la hacen sólo al 25% porque están siempre haciendo dos cosas de esas simultáneamente. 




Durante la época de la ampliación de la ría para acoger el floreciente tránsito naval, se aumentó la superficie del agua de manera drástica. Ésta zona no se vio afectada por ello, y llama la atención ver esas erosionadas losas de viejo cemento como si en otra época hubiera existido en éste punto algún tipo de amarre para los botes de pescadores. Éstos se ven también amarrados ahora a pantalanes de un tamaño minúsculo. 





También nos preguntamos cuál es la razón de esos palos incrustados en la arena. Da la sensación de que quieran impedir que las aguas con el oleaje se sigan llevando la arena y así evitar la erosión de las dunas que conforman el estuario. No lo sabemos. Y tampoco es que nos interese demasiado. 




Ahora nos iremos de aquí hacia lo que vimos antes al objeto de narrar un suceso que resultó cuanto menos hilarante de puro absurdo. 




Cierto día y tras un viaje de varias horas de regreso desde la provincia limítrofe al sur donde había ido antes a visitar la que para mí es sin duda una de las ciudades más acogedoras del país, se hacía ya de noche. En pleno ocaso dejé la N-632a atrás y ya que disponía de una cena adecuada en el coche (en esa época aún no era diabético), tomé ésta ruta y tras el rodeo pertinente acabé aparcando aquí. Entonces ya era casi noche cerrada. Las luces de Salinas se veían débiles bajo el acantilado. 




Y como sólo había unos pescadores en el área, me fui a cenar a uno de los bancos de la zona con el bocadillo y el termo de leche fría. Como es obvio los desperdicios generados se volvieron al coche para ser más tarde arrojados a una papelera en la urbe. Ésto veo menester matizarlo por muy decente que estuviera el área. Nunca está de más. 




Con todo el día sin parar apenas, llegaría pronto a casa (en la que dormiría solo, con la familia en el pueblo) así que prisas cero. Si que era octubre y la brisa del norte llevaba un rato por allí, así que el abrigo era necesario. Con la quietud en que se había sumido ya el lugar, me fui adormeciendo y tras comprobar que nadie había para importunarme, pues tomé la decisión de echar una breve cabezada dentro del coche. Tomé una sábana vieja pero pulcra que llevaba, la corté para hacer unos trapos y con ésto dejé opacas las dos ventanas de cabina, colocándome la capucha en la testa para no coger fresco. Así que allí me quedé más frito que un bloque de granito. 

Y lo de la capucha no es ninguna coña, porque ya estaba fresco y el vientecillo empezaba a soplar así que sabedor de ello desde antes de la partida desde el pueblo, ni corto ni perezoso me había llevado mi mejor abrigo, uno más adecuado para el invierno de alta montaña conque ésta era mi apariencia... 




Vamos... Que parecía casi un extraterrestre 🛸 con semejante atuendo. Quien echase un vistazo con la mortecina luz de la zona circundante bien podría fliparlo pensando que había llegado de algún lejano sistema extrasolar y que con motivo estaba más que molido después de semejante viajecito. 😂 

Pero no fue así lo que aconteció, a pesar de lo más que absurdo de lo que acabó pasando y que ahora me apresto a relatar. 

No recuerdo cuánto duró ese sueño reparador. Lo que sí recuerdo es que me desperté oyendo unos extraños gañidos y antes de considerarlo molesto, abrí algo la ventana de la derecha..., y lo que pude oír me dejó tarumba guilogui. Fue algo como... 

-Qué le habrá pasado aaiiii aaaiiiii 😢 

-Se ha muerto dentro del cocheeeeerrggjjl 😭😭😭

Yo así 😐

-Vamos a llamar a la ambulancia, a la funeraria, a la policía 😭😭😭

No me podía creer lo que estaba oyendo cuando vi a ese par de dos (que vaya dos patas pa`un Bankia, de verdá...), y echando un ojo vi que sólo había dos coches allí. El suyo y el mío. 

😂😂😂😂😂

No sé si estaba a punto de partirme la caja pero abrí la puerta del coche para poder enterarme de algo, a lo que su reacción no fue menos cómica que la anterior porque

- ¡¡¡¡ Hostia !!!! 😱 ¡¡¡¡  COORREEE !!!! 

- 😱 YEEEAAAAAAAAA

Pegaron un brinco espantoso porque el supuesto muerto no estaba muerto, estaba de parranda 🤣🤣 se metieron en el coche y no habían casi arrancado cuando ya estaban quemando rueda y saliendo esxopetaos hacia Avilés en un microsegundo. 

🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣


Tras semejante situación vivida en tan acogedor lugar, larguémonos por si acaso... 😂😂😂 para disfrutar del ocaso con unas mejores vistas. Dejamos así atrás bonita reserva natural protegida, pero no recorremos ni dos kilómetros para llegar a otra diferente. 

Existe transporte público para llegar, eso sí con una frecuencia rala. Y siendo que la carretera de acceso es tan estrecha como bscheada y sinuosa, pues no podemos entender ésto muy bien. Ese monstruo de dos ejes y 13,3 metros ha podido acceder aquí, pero se ser verano abierto no creo que sea buena idea el tratar de meterlo por ahí para llegar a la parada y dar ahí mismo media vuelta. Espero que sea algún microbús, o como mucho un 10 metros. 





Ahora estamos en el paisaje protegido de Peñas. La playa de Xagó se descubre ante nosotros y tenemos la posibilidad de tomar un refresco justo arriba. 





Ese parking 🅿 se halla absolutamente lleno en el verano. No creo que me vayáis a ver ahí durante la época estival porque éstas playas se saturan y es casi imposible poder disfrutar del entorno y de un agradable baño sin ser molestado. 




El acceso eso sí está asfaltado y en relativo buen estado. No como en otras playas como por ejemplo la del Silencio, que lo tiene bien destartalado y no es muy agradable ir botando sobre unas losas de viejo cemento desiguales. Y menos aún conociendo más playas próximas que no ponen tales trabas. 

La cimentación de los guardarraíles resulta ya un tanto deficiente. Esa carretera es de doble sentido, y éste no es el peor tramo. Más allá es mejor darse la vuelta debido a su nefasto estado. 





El Paisaje Protegido de Peñas se presta mucho a un buen rato o toda una tarde de relajación. En éste arenal hay que tener algo de cuidado al ser en parte pedregoso, pero aquí sí que está permitido el baño, por no hablar del éxito entre los surfistas. 






De modo que es apetecible regresar arriba tras un tranquilo paseo por la playa de Xagó y merendar si se da la oportunidad. Ponemos de ésta forma punto y seguido, para que el siguiente trayecto se pueda abarcar en próximas entradas. Llegaremos así al punto más septentrional de toda Asturias. 




Volveremos muy pronto. 

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