Bajo las Alas de un Gigante (2ª parte). N-634, la Carretera TransCantábrica. 2a parte: la historia de un despropósito

 Buenas noches.

Hace unos años, la carretera principal entre Asturias y Galicia, aún se venía utilizando en muchos tramos. Eran los tiempos de la construcción de la A-8 que finalmente la relevaría. La N-632 también se hallaba en esa tesitura, si bien poco le faltaba ya para la apertura del último trazado de la nueva autovía. Asimismo, el lugar que trataremos habría de verse mejorado por la nueva vía de comunicación mucho mejor adaptada al tráfico masivo, con un trazado que ya estaba proyectado y varios tramos cercanos ya se hallaban ejecutados e incluso en servicio. 

Y nadie se imaginaba lo que estaba a punto de ocurrir durante aquel año.


ANTECEDENTES 


Durante varias décadas, el tramo que hemos visto en la última entrada, y del que vamos a tratar aquí, venía siendo renovado y acondicionado para una mejor fluidez de tráfico, y si bien a mediados de siglo se trataba de una auténtica vaguada, fue dando pequeños pero certeros pasos.

El enlace a la entrada anterior, donde en su final ya se vio alguna imagen del lugar que visitamos, es éste.

Así, la situación del tramo durante aquellos años de posguerra era la siguiente. Ésto no cambió en bastante tiempo, y todo el tramo comenzaba a dar muestras de que se estaba quedando muy escaso de anchura y con condiciones precarias para el tráfico que durante los últimos años había venido aumentado de una manera dramática. 




No fue hasta varias décadas después que se dispuso de un paso superior sobre el río bastante más adecuado, con una buena curva de radio medio, bien peraltada. Así se dejaba el viejo puente, muy estrecho, desafectado de su misión y vaciado de vehículos. 




La última modificación del recorrido vino a poner algo más de orden en el panorama. Efectuadas ya algunas explanaciones, el terreno al final del tramo se cortó en dos. La curva final fue seccionada por la nueva variante, que pasaba unos metros por debajo entre dos taludes. Es ésta la carretera que pronto veremos en unas imágenes. 

La moderna curva, la variante de la aldea, fue así también desafectada de tráfico y olvidada a su suerte como la anterior y más antigua aún. 


  


Ya teníamos la carretera definitiva. De Luarca al occidente, ya era toda una carretera nacional de primer orden en todos los aspectos. Daba gusto rodar por ella y, salvo los momentos de mucho tráfico pesado, el viaje se realizaba sin problemas. 

Al menos, hasta el año 2010. 




La modernísima y estupenda variante que evitaba toda la vaguada, se había venido abajo de pronto tras sólo 24 años de servicio. ¿Qué diablos estaba sucediendo? 

Entonces se tuvo que volver a meter el tráfico por la segunda curva de radio medio, pero ésta, a consecuencia del abandono ya se hallaba prácticamente plagada de baches y agujeros. 




Un enorme problema que estaba estrangulando todo el tráfico de una de las carreteras más transitadas del país y que estaba volviendo locos a los conductores. 

Al menos no se tardó mucho en acondicionar el anterior trazado... Y menos mal, si bien volvíamos a la situación anterior: la misma de 1986. Para ello fue vital una gran mejora del asfalto, que como se ve estaba descarnado (la desidia y la humedad hacen estragos), mejorar un tanto la última sección para incluirla como parte del trazado definitivo (así se construyó el talud artificial que se apoyó en la variante, donde se unió el antiguo trazado con el nuevo mediante una curva más amplia), reseñalizar y colocar algunas protecciones nuevas.




Ya pasado un tiempo de semejante desbarajuste, se terminó al fin la variante de toda la zona, el paso definitivo: el viaducto de la A-8 empezó a prestar un servicio que libró a los conductores de semejante vaguada tras decenas de kilómetros de estupenda carretera ancha y notablemente bien acondicionada. 




Así, un gif creado para la ocasión lo resume todo de manera más sucinta. 




Así, que ya iba siendo hora se ponía el punto y final definitivo al sinuoso y perturbador tramo antiguo y se podía dejar el asunto muerto y enterrado. 

Sobre todo, la variante derrumbada

Vamos a sumirnos ahora en las circunstancias que propiciaron semejante desbarajuste en un trazado tan vital para el transporte interurbano y nacional por un enclave bello y casi mágico de la costa asturiana.


LOS HECHOS


Durante una enorme borrasca que cayó en el año 2010, como no se recordaba otra en 70 años, se provocó un taponamiento en las canalizaciones inferiores de la variante, que debían dar paso a las aguas del río con solvencia pero que se habían quedado a todas luces insuficientes para la inmensa tromba de agua que cayó. 

El efecto inmediato fue la acumulación de árboles arrasados, madera y despojos que la riada traía consigo, hasta causar el colapso de las tres canalizaciones sobre las cuales y sin mucha protección, se asentaba la variante de la vaguada. 

La N-634, a punto de desmoronarse

Así, el terreno de la plataforma empezaba a ceder poco a poco. Nadie parecía tener una solución decente, y quizás nadie pensó tampoco en que, posiblemente, un viaducto hubiera sido una mejor solución que haberla construido sobre un talud... 

...o quizás no, porque influyó mucho lo cortoplacista del diseño de las canalizaciones que, en un principio, deberían bastar y sobrar para dejar que todo el agua siguiera su rumbo.

Pero aquello estaba pulverizando el terreno y poniendo en peligro la integridad estructural de la carretera nacional. El arcén de hecho ya se había venido abajo. ⚠️

Tráfico cortado entre Asturias y Galicia

Aquí se ve a las claras que el riesgo era máximo... Se disuelve el organismo creado para la emergencia de El Bao

¿Y qué fue lo que pasó?

80.000 M2 cuadrados de inundación en Asturias

Pues, básicamente, que se fue todo al infierno. 

En éste enlace tenéis una detallada cronología de todo lo acaecido y que estuvo a punto de arrasar toda la zona por culpa de un poco cuidadoso proceso de planificación y diseño. Leedlo, leedlo, que no tiene desperdicio... 

https://www.lne.es/occidente/2010/06/23/inundacion-bao-21316637.amp.html

La culpa no la tuvo la decisión de construir la nueva carretera con unos túneles de metal corrugado para el paso de las aguas. La culpa fue más el fiarse de que, durante gran parte del año, el Barayo es poco más que un arroyo, pero cuando baja más caudaloso parece que vaya a llegar a sobrepasar el puente más antiguo, aunque no sea así.

Se consideró necesario dejar un solo paso, pero como ya leéis hubo críticas que elevaron la voz, sabiendo que sería insuficiente. Como también se demostró ser, ya deficiente, la construcción de ese trío de túneles revestidos de chapa corrugada y sin ningún tipo de refuerzos de hormigón armado; así, el embate de las aguas, que afectó directamente al desprotegido material de relleno (que simplemente se había tirado sobre los túneles de chapa) fue horadando más y más la plataforma sobre éstos, haciéndola venirse abajo hasta quedar intransitable.

Es muy posible que, incluso con un adecuado revestimiento, aquello se quedase igualmente allí embalsado hasta el punto de que el talud de la carretera oficiase cual presa no hidroeléctrica, y que finalmente las aguas lo acabasen desbordando y pasando forzosamente sobre la plataforma de la carretera nacional, dañándola igualmente. Es algo que mejor no pensar y que nunca sabremos. 

La recrecida de las aguas hizo que fuese más que necesario (¡y hasta vital!) evacuar algunas viviendas las cuales quedaron anegadas, pero las labores para despejar el lugar no dieron suficientes resultados como para evitar el desastroso final.

Éste desastroso final.




La N-634 no tenía salvación. Lo que no se había venido abajo ya, se había destruido para evitar otro nuevo embalsamiento que volvería a hacer peligrar la vida de los habitantes y los usuarios de tan importante corredor. 

No se pensó siquiera en construirla de nuevo, por ejemplo con un viaducto. Habría estado muy bien ya que unos pilares, y sobre todo unos de tipo arco que se apoyen en los taludes dejando así el tablero fuera de todo peligro, no van a estrangular jamás el paso de las aguas. 

La decisión definitiva fue tomada poco después: la carretera desplomada no se iba a reconstruir y, en su lugar, se iba a acondicionar la intermedia, llamada N-634a y que, así, volvía más de 20 años después a ser la carretera principal. 

Se acondicionará el viejo trazado de la N-634a, y no se hará otro paso para restablecer el tramo derruido

Pero ya no era necesario tras la reparación a toda prisa de la segunda curva, de radio medio y acentuado peralte, cual solución salomónica pero que finalmente se vio como la mejor decisión. La definitiva ya estaba en camino, y se trataba del actual Viaducto del Río Barayo, de la autovía A-8. 

Veamos ahora unas posibles soluciones en caso de que aún no estuviera en construcción la A-8 la cual iba a evitar de manera definitiva todo aquel lugar y la vaguada donde se halla ubicado. 

Reitero que ésto no pasa de ser una mera teoría que he desarrollado basándome en la idea de que la autovía no estuviera ya en construcción ni se la esperase. Y como muchos sabemos, la teoría en ocasiones no pasa de ser un sucedáneo de la realidad ni de las circunstancias. 

Así, se podrían haber propuesto algunas reformas en caso de que, ya demolido el talud, se hubiera necesitado optar por algo más caro sin duda, pero también mucho más duradero

La situación del tramo en 2009 era más o menos la antes vista, una variante con esos cilindros ubicados más abajo y que fueron parte del origen del problema. 

Ya bastante es que me meto a elucubrar con algo que no se va a llevar a cabo... 




Sin embargo, otra idea más hay y que  considero menos disparatada. Para ello me pude basar en el actual Viaducto del Río Barayo, con un pilar central que se bifurca para evitar el lecho del río. 




Cero bromitas y jocosidades cuando la vida de la gente se pone en peligro por soluciones cortoplacistas y para colmo, la ineptitud de las administraciones empeora aún más la situación de la forma que se ha visto en la cronología detallada del enlace, el cual relata lo más que absurdo de una toma de decisiones hecha por un atajo de paspanes con el título obtenido en la churrería de una feria y que se ponen a lanzar cohetes para simular unas detonaciones que debieron llevarse a cabo a tiempo para destruir de golpe la carretera nacional y así desembalsar de una vez por todas semejante dantesca situación antes de terminar por joderles la vida a un montón de personas de golpe. 




Y ya que esas tenemos, queda en éste blog oficializada desde ahora la nueva señal de peligro CLL-1. Se utilizará las ocasiones que sea menester. 





Así que visto todo ésto ¿a quién le arrecia ahora toda una borrasca a lo 2010 masiva de collejas de aquí a Laguna Seca...? 

Se lo podríamos dar generosamente a los artífices de encauzar el río con tan mediocre solución bajo un talud sin protegerlo con una cimentación adecuada, y de decidir un diámetro de las canalizaciones sin tener en cuenta las posibles recrecidas (más aún si tenemos en cuenta lo que llueve aquí, que a veces no se detiene en dos semanas y lo cual se pasó totalmente por alto). No me iban a cansar las manos si se lo tengo que extender al "organismo" creado para atender la emergencia y que lo único que hizo, fue empeorar la situación hasta el punto de inundar la aldea y tener que destruir totalmente y ya a destiempo toda la carretera. Al final, si de mí dependiera, seguramente y por lo menos 100 personas bien podrían terminar ingresadas por fisuras cervicales, distensiones musculares y fracturas basales de cráneo, y mucho me temo que todo ésto va completamente en serio. 

Antes de irnos de aquí (que nunca hay ganas, pero hemos de seguir con el reportaje), recordamos al coloso que vino a solucionar, algo tarde sí pero antes no pudo ser posible, semejante desbarajuste en un bonito entorno natural bajo el cual discurre un pequeño río del cual nunca más te vas a poder fiar. Bueno, sí... El río no tiene culpa, es un decir y para muestra, todo lo acaecido aquel año.

Lo único que se podría menguar es el notable martilleo de las juntas de dilatación cuando pasa sobre ellas un vehículo de cierta masa, pero aún así, loado sea el gigante de hormigón armado, que se hace con el paisaje del frondoso valle. 





Una visión de la curva parabólica que se tuvo que mejorar a toda prisa y que a pesar de la noticia no tiene un radio adecuado, sino que se debe interpretar más bien como "un radio adecuado para la reapertura de la carretera en una situación de tal urgencia" (por si hay alguien aún más quisquilloso que yo), durante unos años, absorbió de manera eficiente todo el tráfico de nuevo, incluso mejor de lo que se esperaba de ella teniendo en cuenta las pendientes que ha de salvar. 




Tenemos también una visión peculiar de la zona de salida a Vegadeo, que con tantas prisas se tuvo que reparar y  reacondicionar antes de provocar un caos aún mayor. 




Cómo no, exacerbada panorámica. Ahí está el camino que era utilizado por los habitantes de las últimas viviendas, y que ahora nos sirve bien para ver algo más. 




El talud que se tuvo que crear a toda leche mientras se saba paso alternativo por aquella escacharrada curva parabólica. Ahí arriba se halla ese guardarraíl con los postes sujetos a la base por cuatro "pernos" cada uno. No suelto más collejas porque seguramente fuese la solución más rápida para cumplir la normativa europea sin perder más tiempo antes de la vital reapertura del tramo. Igualmente bien le podían haber enterrado los postes mientras el hormigón armado tomaba la dureza definitiva y así hacerlo más seguro. 





El camino vecinal para el acceso a las últimas casas, cuyos habitantes vivieron la demolición en primera persona y tienen el barranco, de nuevo, a la vista por la ventana y... Un paisaje espléndido, del cual el gran viaducto ya es parte indisociable. 






Y ya que llega la parte positiva del reportaje, cómo no voy a mostrar una vez más al pequeñín medieval, seguramente el original Camino Real, que aún mantiene su prestancia y resulta algo bonito para detenerse en él y conocer un poco más su ya dilatada historia, como bien merece. Él es el que acogió durante centurias el paso de carros, carretas y diligencias y sobre todo, soportó durante décadas un tráfico que, durante la primera parte del siglo XX, soportó todo el tráfico que iba creciendo poco a poco, hasta ser reemplazado por la que, ahora, ha quedado cual N-634 definitiva. 

También y sobre todo soportó la última inundación colosal de la que nos hemos hecho eco, resultando dañados algunos de sus elementos ya que quedó bajo las aguas de semejante avenida y también resultó ser la diana de árboles y demás objetos que la tromba de agua había arrancado de cuajo cuando más fuerte arreciaba. Pese a todo, se mantuvo rocoso y nunca mejor dicho, dando fé de nuevo de cómo de bien y de concienzudamente se construían las carreteras hace siglos. Es historia viva, ahí está, y ahí sigue. 





No nos vamos muy lejos aún: como también quise tratar aquí más la N-634, seguiremos un poco más por ella, teniendo en cuenta los gigantes ya antes mencionados. 

Así, nos trasladamos a Navia, una de las localidades más bonitas del recorrido por la rasa costera asturiana de ésta gran carretera, y nos situamos muy cerca de la desembocadura del río que pasa bajo el segundo de los viaductos. 

El paisaje desde allí es estupendo. El inicio del verano nos acoge con unas aguas brillantes sobre las cuales aparece la A-8 de al fondo, con dos viaductos seguidos de los cuales el más impresionante tiene una curiosa forma de arpa. También pasar sobre él resulta ciertamente espectacular. 






Mirando hacia el otro lado, vemos bien dos viaductos menores, pero no menos importantes. El más próximo es del ferrocarril de Gijón a Ribadeo. El que se ve de al fondo, es el de la carretera N-634 por la que viajamos. 





Muy parecido al puente fronterizo a la salida de Vegadeo, pero mucho más largo, acogía sin problemas todo el tráfico de la ruta, si bien ésta población se halla entre dos notables pendientes que vuelven a subir, una hacia Luarca otra hacia Jarrio, siendo así que no había un minuto de respiro en la travesía naviega.



El Alsa que acaba de salir de la estación de autobuses de la localidad, con 13 metros de longitud, empequeñece al lado de unos viaductos que hoy día no tendrían ni la menor complicación debido a sus dimensiones, pero que en su día constituyeron una magnífica obra de ingeniería. 

Al César lo que es del César. 



Visitamos ahora otro punto que, en su día, quedó rectificado y desafectado de tráfico, y menos mal, porque no me quiero imaginar el caos que supondría éste antiguo viaducto en caso de que hubiera tenido que soportar todo el tránsito vehicular de semejante carretera hasta la aparición de la A-8. 

Y no cabe duda de que hasta ciertas fechas lo tuvo que soportar, ya que, hasta que encuentre una noticia en alguna hemeroteca, tal situación se dio hasta la década de los 80.

¿Nos lo podríamos imaginar? Hagamos un esfuerzo. 




Efectivamente, en La Caridad (actual A Caridá) Vegadeo no figura el tramo que comentaremos ahora, pero no existe referencia alguna más a falta de un buen paseo por antigua cartografía. 

El río que pasa bajo él, con sus frescas y pulcras aguas, resulta una bonita vista. 





Pese a todo, si se oye acercarse un vehículo es mejor pegarse bastante al pretil continuo, ya que la anchura no es excesiva. 





Eso sí, vale que la caída no es profunda, pero mejor evitarlo porque hay terreno rocoso bajo la vegetación. Mejor ir con cuidado. No vaya a ser que se tropiece y se caiga de cabeza (si bien a algunos no les afectaría mucho más caer abajo tal que así... 😒😂). 





El estrechamiento es notable, y de dos carriles se pasa a uno. Existe paso preferente para quienes circulan en sentido Vegadeo y Galicia. 





Ésto debió constituir una especie de solución milagrosa en sus años para conseguir no tener que vadear el río, y se bastaba y sobraba para los usuarios de la época. 

Es bonito hasta decir basta. 






El río, el viaducto histórico y la pequeña (y preciosa con avaricia, sobre todo por dentro) ermita, comparten el espacio con las casas del pueblecito. 






Como ya hemos visto era más que necesario, sino ya vital conseguir un paso más adecuado sobre el río para librarse de una maldita vez la molestia de una constante y conflictiva cesión de paso, y además se optó por dejar a un lado toda la travesía del pueblecito, uno de los más bonitos de toda la zona. 




Así que un moderno y ancho viaducto, con un buen par de arcenes y casi rectilíneo, vino a poner solución a lo que ya venía siendo un problema creciente. 

Como ya se ha dicho algunas veces, los guardarraíles de bionda simple eran la solución más estandarizada durante aquellos decisivos años. Tampoco fue en absoluto mala idea esa barandilla situada inmediatamente después. La bionda queda bastante baja, sobre todo después de tener que haber reasfaltado en alguna que otra ocasión ulterior. 





Hoy día sólo son aceptables en carreteras convencionales en tramos que no precisan de una defensa más fuerte o directamente la protección de tipo viaducto. En éste caso que nos concierne ahora, cualquier camión pesado o mediano la podría haber saltado con toda seguridad y con resultado casi probablemente fatal. 

Curiosamente, no tengo noticia alguna de caídas al río en el viaducto moderno, pero sí en el más antiguo, y bastante extrañas varias de ellas. 





Desde la antigua travesía es posible acceder al río, junto al cual se eleva el viaducto moderno. Lo veremos así con más detalle. Está bien construido, hecho para perdurar en el tiempo. 





Pero el río, ese río redios... Qué gozada de lugar. Aquí es más ancho, por lo cual es deducible que se podría vadear con un vehículo adecuado, y quizás antes del puente habría que hacerlo por éste punto exacto. Ni me importa ni lo lo sé: estoy disfrutando un ratillo de la naturaleza. 








Ahora bien, antes de regresar al pueblecito... Algo aquí no va muy bien y se aprecia de hecho una erosión superficial del pilar principal del viaducto. No afecta a su estructura, pero es evidente que se antoja necesaria una actuación de reparación en fechas lo más próximas posibles. 





Y ésta era la entrada occidental al pueblecito... Hoy, tras un camino de acceso a unas casas, sólo es de salida. 

Así era y así fue la N-634. 




Pero hasta hace poco y en la entrada desde Navia, existía una señal de tráfico de la instrucción de 1926, el CNFE. Un hito kilométrico. Era éste. 






Allí no molestaba, no estorbaba a nadie. Algún so imbécil (y lo siento, porque no es mi estilo eso de insultar a los imbéciles) cogió y se lo llevó de algún modo. A no ser que se lo haya llevado para adornar una entrada no muy lejos de aquí, y que tenemos fichada, no hay ni excusa ni justificación posible para tal expolio. 

Haremos una pausa para tomarnos un descanso de tanta barrabasada junta, tan sólo aliviado por la ulterior visita a tan bellos lugares de la ruta. 

Volveremos muy pronto... 





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