Un viaje por los recuerdos. Naturaleza, Cañones y Alta Montaña. Siéntete Vivo

 Buenas tardes.

No, no es así. Ya me gustaría pero no llego a niveles tan altos... 😂 

Al menos por lo que respecta al Porsche 911 que  es realmente una fotografía de las redes sociales de la marca. Ilustra muy bien el tipo de trayecto que vais a ver, pero ¿a quién no le gusta soñar despierto? 🙂 

Veremos unos recorridos por alta montaña que al menos en parte tienen tanto encanto como en esa imagen que acertadamente abre ésta entrada. 

El tipo de automóvil es bastante diferente, pero es justo reconocer su mérito y antes de la recaída por temas de salud ocular, cumplió 380.000 kilómetros y saliendo de la ITV poco antes sin tacha alguna. No, no es un Porsche pero tampoco requiero un bicho así por mucho que haya gozado con un 911 unos kilómetros "de nada" hace un tiempo. 

Es muy cierto que durante tantos viajes, los años y experiencias vividas acabas forjando una especie de compañerismo con el artefacto mecánico con el que tanto has compartido, como es mi caso. 

La mayoría de los viajes de éste blog se han hecho con él, aunque en ocasiones se ha quedado en casa. Ya apareció un Primera, un Clio, un Mègane y está por aparecer un Ford Transit. Y seguramente acabe apareciendo algún Setra, nada menos. 

Nos detenemos pues en sentido sur para conocer el Puerto de Somiedo. Un paso de montaña que era de los pocos que me faltaban por conocer hasta hace unos años, y afortunadamente a día de hoy pocos quedan entre la Costa Verde y la meseta norte. 

Nos detenemos, cómo no cerca del agua. Una señal de hierro nos indica el lugar preciso, y bajaremos a conocerlo un poco. No hay mucho que ver y aquí no había sacado aún lustre a la cámara... 

La existencia de una ruta a pie que coincide con la carretera regional, estrecha y sinuosa nos invita a hacernos ver. Desde aquí ya no nos quitamos ni el chaleco cuando volvíamos al coche (en varios viajes ya relatados íbamos mi ex "novia" y yo, mas en éste ya estaba "libre" 😂), y visto lo visto sabia decisión. 

Un pequeño elemento reflectante está ubicado muy bien para que nadie se lleve por delante la maceta y lo más seguro es que también a alguna persona. Es necesario llevar ojo por éstas rutas sinuosas y no, no siempre veremos las cosas a tiempo. 

Más allá existe algún puente que se ha visto dejado de lado por una estructura mucho más adecuada a los nuevos tiempos, y no sólo por anchura. 

Destacar la inmensa belleza del paisaje de la zona, que me atrapó completamente y más aún cuando el viaje tenía por destino la casa del pueblo en la que iba a pasar semana y media yo solo. 😎 

Tiempo más que sobrado para disfrutar de la brisa, del rumor de las aguas que discurren por debajo, y de lo que prácticamente es un cañón. 

La doble curva era bastante problemática en sus años, y es una fortuna que ahora sirva más para el pequeño descanso que te puedes tomar. 

Echamos en falta un par de biondas que bien nos puedan proteger de los peligrosos postes de la más que insuficiente barandilla peatonal de borde. Un guardarraíl sobre el bordillo que delimita la acera y protegiese la calzada ya bastaría. 

No es el único puente que se dejó de lado, pero lo ya comentado de que no lo veremos todo a tiempo nos sirve también aquí. En otro sólo pude acceder tras detenerme en lo que fue su salida dando reversa, ya que tras la frondosa vegetación de la curva anterior no se podía ni adivinar que estaba allí. 

Más allá, mucho más alto y mucho más bello. 

Más alto, más rápido, más ligero. 

El letrero que nos indica lo que quizás sea además del Bar, la "tienda" como suele ser en pequeñas poblaciones de alta montaña nos llama la atención; no menos lo hace la visión de los picos y más capas de roca que por la erosión meteorológica han ido quedando a la vista tras millones de años. 

Y pensar que hace eones esas capas se formaban en horizontal, y que fueron el suelo durante más eones aún, también tiene su intríngulis. 

La belleza masiva del entorno no tiene parangón. 

Pensamos que los habitantes de La Peral tienen no poco por lo que sentirse privilegiados. 

La señal también llama poderosamente la atención y nos indica que mejor andemos con cierto ojo, ya que existe cierto riesgo de aparición de úrsidos con los que toparse de bruces nos dejaría seguramente tirados habiendo liado una muy cara averia... Pero quizás no sea sólo ese el riesgo si al animal se llega a romper una pata. 

Quizás de un solo zarpazo nos vista de toreros. Que no son osos grizzly, pero por si acaso poca broma. 

A mí no me hizo falta esperar a que apareciera éste tipo de señales para ver un oso conduciendo en la noche por una carretera del concejo de Lena hace cosa de una década, según entraba en una recta me lo vi allí en la canaleta haciendo a saber qué y nada más apuntarlo con los faros me miró y se largó de inmediato saltando la bionda. No lo volví a ver ni una sola vez. 

Cambio de provincia y de comunidad autónoma, la entrada a León como se ve algo más allá nos recibe con un arcén y una anchura algo mayor. Ésto suele ser lo usual en las carreteras de éste tipo. 

Ocasión perfecta para la detención en un puente ya tirando a majestuoso... y que como veis tiene bien de semejanza con cierto puente que iba sobre el río Piloña a pesar de no ser carretera nacional. Ésta era comarcal y aún así mantiene la misma anchura y la misma protección que aventuro sólo peatonal para que impida en lo posible caer al río. 

Claro está que tiene que existir una variante, no es una zona de baja velocidad y las barreras nuevas de tipo H3 hacen muy buen papel aquí, siendo muy efectivas y sobre todo si tenemos en cuenta el tipo de vehículo que más frecuenta ésta ruta. 

Nada que ver con la barandilla del viejo puente ni los pretiles de piedra en la época de esplendor del transporte minero cuando los camiones eran los dueños y señores de toda ésta zona. Los tiempos ya han cambiado mucho y es posible que esos ya no vuelvan jamás. 

Y pese a todo, una perspectiva del viejo puente que tomamos desde la variante, con el chaleco y bien apoyados en el larguero superior de la H3 también es merecedora de mostrarse aquí. Nos lleva a esos años de rutas más sinuosas, peligrosas y llenas de sabe dios qué a la salida de cada curva... 

En la aproximación al puente, una sencilla bionda bien podría ser actualizada hoy con postes nuevos y quizás la adición de otra congénere superior, pero aún así bien guió el tráfico hacia el viaducto y dio su buen servicio. 

El tramo del puente viejo languidece sí, aunque no está abandonado al existir una intersección en la curva de acceso a aquél. Es afortunado por ello. 

Ahora bien, las fotografías de una vieja y no lejana travesía donde incluso la vía ferroviaria y el paso a nivel están abandonados, son también igual de notables. Ya las echaba en falta, y edito el reportaje al haberlas por fin encontrado. 

 Lo reconozco, no supe qué era esto. Como la ferrovía también está abandonada desde que la mineria fue cerrando sus operaciones y el número de habitantes también decreció, se cerraron todas las líneas salvo alguna que revivió algunos años y que finalmente también se olvidó. 

Y en su estado, además teniendo en cuenta cuál era el método de propulsión de aquellos trenes me había parecido leer "CARBÓN". Ésto fue sólo hasta que llegué a casa y publiqué el reportaje en un foro donde me mentaron el nombre del pueblo cercano - y que no es la travesía de la aldea que veremos. Así que caí en la cuenta de la forma más gilipuertesca posible en que en al caseto ese ponía CORBÓN y no, no era donde almacenaban el CARBÓN para las locomotoras sino el caseto del propio apeadero. 

Madre que me parió, se me debió quedar un buen careto de pasmao total. 

La ya pasada importancia de la carretera figura en la fachada de una casa entonces útil, hace menos de cuatro años. 

Tal importancia es fácilmente demostrable, como todas las demás. La ruta en esa época era la C-631 que iniciaba en Ponferrada y nos llevaría hasta Villablino. Solo que en éste caso iba hacia el sur para llegar a la ciudad berciana. 

Un mapa actual nos deja sobrado testimonio del trazado utilizado ahora por la carretera CL-631 que tan sólo mantuvo parte de su denominación. Y no. La aldea de Cediel... Mejor no la busquéis porque si os sale algún resultado será ya en si una especie de milagro. 

Está habitada, cierto. Allí queda ese viejo paso a nivel sin uso alguno como acceso a los habitantes, y además desde allí se puede ir a otros pueblos de la zona. La C-631 desde éste punto sigue en mediocre estado unos metros y tras las últimas fincas ya no se puede seguir conduciendo si no te gusta correr unos riesgos que a veces ni merecen la pena. 

Trazado que cambió bastante y lo hizo asimismo en bastantes más lugares delicados, con curvas muy cerradas e incluso algunas enlazadas que ya no se pueden casi prácticamente ni ver. Fue un trazado muy escabroso y ni siquiera ahora es la ruta más plácida que podamos encontrar aun habiendo unos cuantos abismos en diferencias, nunca mejor dicho. 

Pero no es menos significativa la propia imagen del apeadero y cuya autoría desconozco. Bueno, dicho apeadero no era tal ya que... 

...en efecto, el apeadero era la propia C-631, algo un tanto peligroso y que en mi vida nunca viera. Y es que no vamos a exigirle accesibilidad ni las ahora llamadas plataformas de acceso bajo a un medio de transporte casi antediluviano que bien hacia con llegar a la hora a destino, si es que lo conseguía. Si tú tenías dificultades para acceder al tren, o te ibas a otra estación o te subían con poleas, o te quedabas en tierra. Era así de sencillo. Y lo mismo para los autocares y los autobuses urbanos. Sube al menos un par de escalones y si no... No viajes. El interior de los trenes era de todo menos accesible y menos los de vía estrecha, existiendo escalones junto a las puertas y angostos pasillos que no permitían casi ni viajar de pie en ellos. Todo eso de los pisos bajos en España no existió hasta 1992 que Hispano carrozó los primeros urbanos Mercedes-Benz 0405N (en Francia con Renault se adelantaron algunos años), y de las rampas de acceso ya no hablamos porque se generalizó hace menos de 20 años. La evolución ha tenido sus efectos positivos y ésto también es de agradecer. 

Y ahora nos meten con calzador los low entry que sólo tienen la parte delantera rebajada, o en muchos casos sólo el pasillo conque has de superar un pedestal para al final hollar un asiento. De lo más perverso para las personas ancianas o con la movilidad reducida es que no se hayan puesto las pilas en la UE y no los hayan prohibido de manera vitalicia para las líneas que no sean puramente interurbanas. No, si a veces la involución también hace sus estragos. 

Y ya aprovecho la coyuntura, por pedir que no sea, porque ya que el trazado de la "Ruta de la Plata" está en proyecto recuperarlo, tampoco estaría de más que en ésta zona se consiguiera algo parecido. Un tren turístico, pero no a lo TransCantábrico: más bien un ferrocarril convencional con sus paradas en esos lugares estratégicos adecuados para conocer la historia de la mineria en toda la zona que iba del Bierzo a la N-630 y a León mediante las carreteras conocidas en otras entradas como C-623, C-626 y ésta C-631 que nos ocupa. El transporte de mercancías tuvo por toda la zona una prosperidad enorme con toda aquella industria y no lo fue menos el ferrocarril. Años de bonanza que ya nunca volverán. Justo es reconocerlo y darle todo el valor histórico que merece. 

Ésta vez nos vamos de León a Asturias. Un viaje ulterior me llevó por el puerto de Ventana de vuelta a casa para conocer éste agradable entorno natural. 

Volvemos a tener la ventaja de que la vieja curva al lado del barranco fue reemplazada por el tajo que le metieron a la montaña para abrir la nueva de un radio algo más abierto. 

Menuda manera de pasarle el tajalápiz... 

Verano abierto, calor, pero la niebla y un viento no menos agradable me hizo detenerme aquí casi una hora, para merendar y relajarme de paso. 

No parecía haber nada ni nadie más en éste lugar que era el más tranquilo del mundo... 

...mas un relajado perro pastor hasta se espatarró y aceptó de buen grado unas caricias. 

Llegar a la frontera entre León y Asturias, salvo las excepciones de la N-630 y similares implica cambio de carretera en todos los sentidos. Aquí no hay ya arcenes y el recorrido se vuelve tortuoso. Vaya, que no tendremos área de descanso en forma de curva antigua ni nada de eso... 

Ya ni rastro queda de las inscripciones tras pasar no menos de un siglo de granizo y nieve sobre ellas... 

...si bien no estaría de más que una señal como la de peligro por úrsidos se colocase en el descenso, ya la típica de peligro por ganado doméstico suelto se va quedando algo corta. 

La niebla hace aparición y le da ese punto como de misterio y aislamiento total a la zona. Mágico. 

No, el túnel no es una variante de nada aquí. Es el de siempre solo que los muros de sostenimiento se añadieron mucho tiempo después. 

No lejos ya de Teverga, el paisaje que nos rodea de nuevo se quiere convertir en un cañón. Rodamos protegidos por inmensas moles de roca viva. 

En San Martín de Teverga existen alojamientos y en verano abierto ésto es una experiencia sumamente agradable. Y la niebla, algo indisociable al lugar. 

Hace ya varios años, a un buen amigo que estaba trabajando en el mundo del autocar le tocó viajar a éste lugar con una excursión. Recuerdo que habló de la sensación de estar aquí viendo el paisaje e iba anocheciendo. Una noche sin nubes ni luna estuvo viendo cómo las estrellas se contaban a millones en el cielo y la sensación de paz y a la vez de respeto que sentía, no se le olvidará mientras viva. 

También yo estuve viendo anochecer aquí durante un ocaso similar y doy fe de que lo que contaba es totalmente cierto. 

Imagina ver caer una noche más oscura que todo un agujero negro supermasivo salvo por millones de puntitos blancos, que lo único de más que ves es un par de pobres farolas viejas más tenues ya que una luciérnaga, mirar arriba y ver aquello que se cierne ante ti sobre ese inmenso paredón granítico. 

No es lugar para mesetarios recalcitrantes, pweo yo diría que tampoco lo es para supersticiosos ni para personas con vértigo. 

Sin embargo ahí está el poder de los abismos, que pr siempre ejercerá una atracción irresistible sobre mí y me seguirá llevando a lugares tan mágicos como éste y todos los demás que vaya descubriendo. 

La cosa no se suaviza al terminar el descenso más duro porque, simplemente, ésta ruta discurre por una zona abrupta y ha necesitado mejorar mucho. 

Así que aparecen varios túneles que han tenido la misión de evitar las curvas más delicadas de todas. 

...con escarpadas Peñas que amenazan el techo de cualquier vehículo mediano o grande, esperándolo para dejarlo medio aplastado... 

La estrechez de la plataforma es notable y entre eso y las curvas ciegas... Llegar de Europa con un doble piso de 13 metros o más te los tenía que poner de corbata directamente. 

Ya me imagino a los pasajeros del piso superior ya, según ven el peñasco saliente ese a centímetros de su testa... 

Incluso algún túnel ha aparecido para reemplazar a otro mucho más delicado. Ésto nos habla aún más a las claras de cómo tenía qe ser venir por aquí para pasar unas vacaciones en 1978 o por ahí. 

La variante conseguida mediante túneles y la más adecuada anchura han permitido que los muchos profesionales del volante dejen de convivir con el miedo. 

En el recuerdo quedará por siempre jamás ese viejo trazado que en no pocas ocasiones sólo permitía el cruce de dos turismos y con un firme cuestionable, y eso sin mentar los elementos de protección. 

Volveremos muy pronto.