Curva abandonada de la N-630. Vertiente leonesa del Pajares

 Buenas noches.

Bienvenidos a éste humilde y sencillo sitio.

Empezaremos nuestra aventura en la provincia vecina, aún en las montañas tras haber subido el Puerto de Pajares.

Un mítico y duro puerto de montaña, con unas fuertes pendientes y grandes barrancos y abismos que creaban numerosos problemas para el tránsito vehicular.

No obstante, la vertiente leonesa es bastante más suave si bien tampoco era nada sencilla, y desde luego está muy mejorada. Curvas fuertes enlazadas, estrechamientos en cañones, travesías entre casas, pasos a nivel. 

Recordad, pinchad sobre las imágenes para verlas con la calidad adecuada. 

Veamos uno de esos difíciles puntos. 

Así visto, puede no significar nada... 

Pero seguro que ahora lo vemos de otra forma diferente. 

Ese acentuado peralte nos habla de un par de curvas enlazadas y bastante difíciles. Y, sin embargo...

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Adiós a la curva de acceso. Se halla completamente inaccesible, cortado por ambos extremos.

Y no es ésta la única dificultad que entrañaba. También "gozaba" de un estrechamiento entre ambas curvas.

El abandono y el olvido hacen mella en estos tramos olvidados. 

Y sin embargo, algo existe aquí que hará que la parada haya merecido la pena. 

Aunque muchos hubiéramos preferido que la bionda se interrumpiera justo allí y que hubieran colocado unos pilones, para que los peatones pudiéramos acceder sin tener que saltar la barrera metálica. Entiendo que así tampoco podría acceder un turismo, y sobre todo teniendo un puente más adecuado a escasos metros.

Aunque la bionda que "sobra" en el extremo del puente medieval, tampoco iría mal aquí ya que el río espera justo debajo. Éste es el actual puente de acceso al pueblo.

El río discurre pacíficamente por allí, aunque en ciertas épocas del año es bastante bravo. La fuerza del agua y los sedimentos que arrastra erosiona la roca y las estructuras de apoyo en algunos puntos de la plataforma: ésto hace imperiosa la necesidad de reemplazarlos por trazados nuevos a unos metros de distancia. 

Y no es el único punto donde veremos algo así. 

Por ahora volvemos al pequeño casco urbano, a por el coche, para continuar ésta aventura que acaba de comenzar. 

Hasta pronto...